No se si os pasa como a mi, que estáis un poco hartos del pastel de cabracho, por muy bueno que esté.
Pues este pastel es una buena opción para cambiar un poco, y tengo que decir que por mucho que me gusta el de cabracho, éste me gusta más todavía.
Además es bastante menos latoso de hacer que el de cabracho, se hace más rápido y el resultado no os voy a decir cuál es, para que lo hagáis, jejeje.
- INGREDIENTES:
12 langostinos grandes
200 ml. de tomate frito
200 ml. de nata liquida
4 huevos
sal
pimienta
Comenzaremos por poner en una cacerola el salmón y los langostinos con agua fría y sal, al fuego.
Una vez que comience a hervir, lo dejamos cocer 4 minutos, escurrimos y esperamos a que se enfríe antes de manipular.
En un bol, vamos desmenuzando el salmón, teniendo cuidado de no echar ni espinas ni escamas, y los langostinos pelados.
Añadimos el tomate, la nata y los huevos, y trituramos con la batidora.
Salpimentamos y precalentamos el horno a 180º.
Ponemos la mezcla del bol en moldes indivuales de silicona (también se puede poner en otro tipo de moldes o en uno grande, pero los tiempos no serán los mismos), e introducimos al horno durante aproximadamente unos 30 minutos.
Para comprobar que esté cuajado el pastel, introducimos un palillo y si sale limpio, significará que está listo.
Dejamos enfriar y una vez frío, lo podemos servir acompañado de las salsas que más nos gusten (mayonesa, salsa rosa o cualquier otra) y unos panecillos para untar.