PAN DE MOLDE BLANCO

          En la última entrada salada, publiqué la receta de un pan casero facilito de hacer y muy rico.

 

          Y ahora, os quiero dar la receta que utilizo para hacer pan de molde blanco en casa.

 

          No tengo claro de donde la saqué, porque la tenía anotada en un papelín por ahí perdido, así que no puedo deciros el nombre del genio que ideó esta receta.

 

          Si bien es cierto que el pan normal casero es en la mayoría de los casos mejor que el pan comprado, en el caso del pan de molde es cien por cien cierto que es mejor que el comprado en todos los casos.

 

          El sabor, el olor, la textura, la ternura... todo es mejor en el pan de molde hecho en casa, y además dura un montón de días sin ponerse como una piedra o un chicle.

 

          Para hacerlo, yo me ayudo con una amasadora, pero puede hacerse perfectamente a mano sin necesidad de ningún cacharro.

 

          Por favor, probadlo y luego ya me contaréis (que tiemble el imperio Bimbo, jejeje).

• INGREDIENTES:

360 gr. de harina de fuerza (no sirve otra)
6 gr. de sal
30 gr. de azúcar
15 gr. de leche en polvo
15 gr. de levadura de panadero
1 huevo
160 cc. de agua templada
30 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

          Comenzaremos por poner en un bol la harina, la sal, el azúcar, la leche en polvo y el agua, y mezclamos bien

 

          Añadimos la levadura picadita y la mantequilla, y mezclamos bien de nuevo.

 

           Enharinamos la encimera, volcamos la masa y amasamos bien hasta que la masa esté elástica y al estirarla veamos que no se rompa (llevará su tiempo, no desaniméis).

 

          A continuación, ponemos la masa en el bol bien enharinado y tapado, y dejamos levar 30 minutos.

 

          Una vez transcurrido este tiempo, engrasamos un molde de cake (que sirve perfectamente) y colocamos la masa enrollada con los bordes por abajo para que quede bonito, y dejamos levar una horita más.

 

          Precalentamos el horno a 200º arriba y abajo, y horneamos 35 minutos.

 

          Pasado este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

 

          Y listo para comerrrr!!!

 

          Recomendaciones:

 

          - Si pasados 15 minutos de cocción la corteza se empieza a poner muy oscura, podéis taparlo con un poco de papel de aluminio, dejando holgura para que siga subiendo.

 

          - Para conservarlo mejor y dure más días tierno, guardarlo o bien tapado con un paño limpio o bien en una bolsita de plástico.

 

          - Admite sin problema la congelación una vez frío del todo.